Para mantener nuestro hogar libre de humo y olor a comida, qué mejor que la colocación de una campana extractora: le brinda un toque especial de estilo a nuestra cocina y, al mismo tiempo, conserva el aire en condiciones saludables.
La correcta elección dependerá de varias cuestiones. En primer lugar, tenemos que tener en cuenta los metros cuadrados que posee nuestra cocina. De esta manera, sabremos que nivel de extracción necesitamos para así buscar una campana extractora con la acertada capacidad de potencia.
Luego, es importante recordar la disposición de los muebles de la cocina y su estilo, para adquirir justamente un modelo de campana que respete su estética y armonía.
Entre los más comunes, encontramos las campanas telescópicas, ideales para una cocina a última moda; las de chimenea, perfectas para cocinas rústicas y que posean una isla central; y por último las abatibles, muy usadas en cocinas clásicas por ser la opción más económica.
Además, no debemos dejar de prestar atención a los niveles de ruido que se producen al poner la campana extractora en funcionamiento. Muchas veces resulta más molesto el sonido desatado que el propio humo u olor de las comidas, por lo que no se termina usando la campana y finalizamos conviviendo con hedores y nocivos gases.
Para terminar, algunos tips infaltables:
- La campana debe ser al menos 15 cm más ancha que la cocina.
- La separación ideal entre campana y cocina es de 60 cm a 70 cm
- La correcta ventilación es hacia el techo y en la menor distancia posible, así el motor de la extracción de aire trabajará más eficientemente y durará mucho más tiempo.
- Tanto los filtros de paños planos como los redondos utilizados en las campanas, necesitan ser renovados frecuentemente.
- El filtro metálico antigrasa de la campana debe ser limpiado regularmente con agua hirviendo y productos especiales. Nunca use cepillos o escobillas.
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