El verano terminó; los tonos amarillos y marrones comienzan a invadir nuestro jardín. Es hora de ponernos a trabajar para fortalecer y proteger nuestras plantas y césped del crudo invierno. A continuación, Terrenos y Quintas te indica las tareas otoñales que debemos hacer para que nuestro jardín sobreviva al frío y llegue espléndido a la primavera.
Los primeros días de otoño son buenos para reproducir plantas por gajo. Malvones, alegrías del hogar, entre otras, son las más escogidas. Lo que tenemos que hacer es, primeramente, cortar tallos fuertes y sanos de entre 12 y 15cm de largo, luego deshojar sus dos tercios inferiores y enterrarlos en una maceta con tierra negra y arena gruesa, para que así las raices puedan crecer sin problemas. Por último, las hojas que quedaron en el tercio superior, se cortan por la mitad para así reducir la pérdida de agua hasta que se formen bien las raices, obteniendo un nuevo ejemplar.
Por otro lado, en esta época también, previo a que los días fríos comienzen a ser más frecuentes, se debe fertilizar el césped por última vez antes que llegue la primavera. El fertilizante debe ser rico en potasio para asi ayudar a las plantas a resistir el invierno. Además, es aconsejable plantar cesped nuevo, dejándolo crecer (junto al viejo) 5cm más de la altura habitual para lograr que el frío lo encuentre menos expuesto.
Con respecto a la caída de las hojas secas, éstas serán procesadas por lombrices, bacterias y hongos, originando humus, ideal para utilizarlo de abono orgánico. De esta manera, es recomendable juntar las hojas en un rincón apartado de nuestro jardín, para que puedan ser transformardas y así poder enriquecer nuestros suelos y plantas. Asimismo, de las plantas marchitas que usemos para conseguir humus, podremos retirar sus semillas para almacenarlas en un lugar seco y así poder posteriormente plantarlas en primavera.
En otoño también es bueno remover cuidadosamente la tierra superficial de las macetas que recibieron abundante riegos en verano. Debemos agregarle una buena cantiad de humus de lombriz teniendo en cuenta el tamaño de la maceta para así colocarle la dosis adecuada.
Por último, se aconseja sujetar bien las enredaderas y trepadoras para evitar q los vientos las saquen de lugar; y es importante no olvidar que los riegos se irán espaciando cada vez más, incluso se pueden suprimir completamente dependiendo de las lluvias caídas.
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