24 junio 2009

Todo lo que hay que saber antes de podar


Martín Fonrrodona, Diseñador Paisajista titular de Rosario Verde, compartió con nosotros los secretos de la poda. Tomá nota!!

La poda es una antigua técnica de jardinería empleada para reducir de tamaño todo aquello que se salió de escala, demostrando ser muy beneficiosa para eliminar partes innecesarias o mal formadas y aumentar la floración o fructificación.

Dejando de lado aquellos mitos tales como "Llegó el otoño, debemos podar", "Hay que podar en los meses que no tengan r: Mayo, Junio...", si el árbol fue seleccionado correctamente según su magnitud (altura y diámetro adulto) para el lugar en el que será plantado, casi no necesitará cuidados.

En general, el mantenimiento de un árbol consiste en operaciones de poda de escasa envergadura y de carácter netamente preventivo. Nunca se debe sacar más de un 25% a un 33% del volumen total de la copa en una misma operación, ya que cualquier acción drástica sobre el sistema aéreo repercute sobre las raíces y viceversa (la disminución excesiva de hojas trae como consecuencia un menor aporte de sustancias nutritivas; y en el caso de corte excesivo de raíces se reduce la absorción y fijación de la planta).

La época más conveniente de poda depende de la especie y de las condiciones climáticas. Las especies de hojas caducas se deben podar durante el reposo vegetativo impuesto por los fríos. El mejor momento es cuando la planta tiene las reservas altas, es decir, desde la caída de las hojas en otoño hasta fines del invierno, pero siempre antes de que empiece la brotación.

Por otro lado, el peor momento para podar es cuando las hojas se están formando y/o se están cayendo. Aquellas especies cuyo follaje es más persistente, es aconsejable podarlas en la misma época que las caducifolias, ya que tienen en ese período menor actividad. Es importante tener en cuenta que las podas en períodos de intensas heladas resultan perjudiciales para el vigor futuro de las plantas.

Finalmente, existe también la denominada “poda de mantenimiento”, que se realiza una vez formado el árbol y se continúa a lo largo de su vida. En líneas generales, este tipo de poda consiste en extraer ramas secas, dañadas y enfermas, renuevos (brotes que nacen de las raíces), chupones (ramas muy vigorosas que nacen perpendiculares al suelo a expensas de alimentarse de las ramas que la sostienen), ramas mal dispuestas (con crecimientos en ángulo, ramas paralelas, estranguladoras) y toda formación que afecte el correcto crecimiento de nuestro árbol.

Más info:
www.rosarioverde.com

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