
- Incorporar en los hogares sistemas o tecnologías que se valen de energías renovables.
- Evitar el uso de bombillas incandescentes y reemplazarlas por las bombillas de bajo consumo, que reducen hasta un 75 % el consumo de energía. Además, las de bajo consumo duran hasta 8 veces más que las incandescentes.
- Tratar de desenchufar los aparatos y electrodomésticos que no están en uso (televisores, cafeteras, ventiladores, microondas, etc).
- Evitar dejar luces prendidas en ambientes que no habitamos.
- En verano, el aire acondicionado no debe superar los 24º de temperatura; y por su parte, en invierno, los artefactos de calefacción no deben superar los 20º.
- En invierno, evitar el uso de los radiadores eléctricos. Las estufas pueden ser más costosas en precio pero consumen muchísimo menos energía, por lo que los radiadores, en el uso y en el tiempo, terminan siendo más caros.
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