Modernos y prácticos, son la mejor opción para lograr privacidad en nuestra casa quinta.
Los cercos de cañas o troncos de cañas se construyen con bastidores de una altura aproximada de 2 metros donde se fijarán las cañas. Éstas deben ser macizas (picanilla) -que son de nudo corto y no se rajan como las huecas- y deben estar secas.
Ideales también para revestir paredes, no sólo serán el perfecto obstáculo para aquella mirada vecina entrometida, sino que otorgarán naturalidad y elegancia a nuestro jardín.
Otra opción es realizar el cerco con troncos tratados. Deberán tener un diámetro de 10 o 12 cm. Para su colocación, se tendrá que realizar un surco en la tierra, clavarse a la distancia deseada y luego compactarse el suelo.
Ambos sistemas son decorativos, duraderos, de rápida colocación y no dañan el parque. Si se colocan troncos o cañas de diferentes alturas puede lograrse un movimiento armonioso que suma plasticidad al diseño del jardín.
Fuente: Revista Jardín
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